La posibilidad de una catástrofe ambiental es un riesgo que está
presente en la operación de las centrales nucleares, ya sea porque no se llevan
a cabo de forma rigurosa los procesos técnicos y científicos para extracción,
producción y almacenamiento de residuos radiactivos, o se ignoran las
regulaciones y normas de seguridad en que deben operar, o por la incidencia de
fenómenos no previsibles, como es el caso de terremotos o tsunamis.
Esta clase de accidentes provocan la liberación de grandes cantidades de radiación que contaminan el entorno próximo y aún zonas lejanas, con sus mortales efectos en términos de muertes de miles de personas, padecimiento de enfermedades asociadas al cáncer en los sobrevivientes, envenenamiento por radiación de fuentes de agua, bosques, plantaciones, etc., radiación que seguirá teniendo efectos, según cálculos moderados, durante los siguientes cincuenta años.
Las investigaciones que se han hecho acerca del funcionamiento de las plantas nucleares dejan resultados preocupantes, se ha comprobado que no son observados todos los protocolos de manejo que garantizan plena seguridad, siendo estos los tres eventos que pueden tener más alto riesgo de producirse y los efectos sociales y económicos que de ellos se derivan:
Esta clase de accidentes provocan la liberación de grandes cantidades de radiación que contaminan el entorno próximo y aún zonas lejanas, con sus mortales efectos en términos de muertes de miles de personas, padecimiento de enfermedades asociadas al cáncer en los sobrevivientes, envenenamiento por radiación de fuentes de agua, bosques, plantaciones, etc., radiación que seguirá teniendo efectos, según cálculos moderados, durante los siguientes cincuenta años.
Las investigaciones que se han hecho acerca del funcionamiento de las plantas nucleares dejan resultados preocupantes, se ha comprobado que no son observados todos los protocolos de manejo que garantizan plena seguridad, siendo estos los tres eventos que pueden tener más alto riesgo de producirse y los efectos sociales y económicos que de ellos se derivan:
- Utilización de tubos de conducción para descargar en el mar residuos radioactivos que previamente no han sido tratados para eliminarles la radioactividad: contaminación del mar, lo que afecta la industria pesquera y la salud de las poblaciones cercanas. Frenando un factor económico de desarrollo para la región.
- Núcleos de combustible nuclear que se sobrecalientan ocasionando la explosión de los gases de los reactores: este escenario de accidente es el más letal, por todo lo que arrasa en términos de contaminar áreas urbanas y rurales. La tierra, los bosques, fauna y flora, el ganado y los peces en estas áreas son contaminados por el PU239 por la acumulación de sedimentos y las lluvias radioactivas que se pueden producir posteriormente. Los casos recientes que se han visto han presentado incidencias de leucemia, mortalidad por cáncer de pulmón y las mutaciones biológicas en las proximidades de las instalaciones nucleares.Las consecuencias serán también de carácter económico en la medida en que se produce cierre de fábricas en la zona, desplazamiento de población, se rompen cadenas industriales (por ejemplo, la pesca en zonas aledañas a las plantas nucleares queda eliminada, disminuyendo el volumen de pescado que provee las plantas de procesamiento del mismo), y se desvaloriza en últimas la propiedad tanto residencial como comercial en la zona.
- Otra consecuencia es que al salir de funcionamiento una planta nuclear se disminuye la capacidad energética de un país, afectando a toda la población por la vía de racionamientos, se elevan los costos de servicios públicos y en consecuencia la capacidad competitiva tiende a bajar. En este caso el gobierno se ve obligado a generar un plan de subsidios por la vía de elevar impuestos o recortar el presupuesto a determinados programas o inversiones.
- Desviar los materiales nucleares para la fabricación de armas atómicas con fines terroristas: este es otro riesgo que tiene consecuencias impredecibles, en la medida en que este material caiga en manos de delincuentes que le darán un manejo irresponsable.
Es si se quiere la problemática ambiental más letal, complicada de
manejar y con efectos de más largo alcance que puede padecer no sólo una
comunidad específica sino el planeta tierra como un todo.
Dada la magnitud de
este tipo de incidente, inicialmente las autoridades deben declarar el «estado de emergencia nuclear»,
seguidamente la adopción de medidas urgentes encaminadas a mitigar los efectos
del accidente. Las autoridades deberán determinar con suma urgencia si se debe
evacuar la población aledaña.
Para las empresas un
incidente como estos provocarían inicialmente un cierre preventivo o en el peor
de los casos, la desmantelacion de la
planta nuclear una vez se hayan controlado las fugas y la alta temperaturas que
desestabilizan los peligrosos núcleos de los reactores. La empresa deberá
presentar los registros de seguridad de la planta nuclear para determinar si la
planta contaba con todos las adecuaciones físicas y sistemas de seguridad
necesarias para haber evitado este incidente. Deben realizar una inspección federal para analizar las causas exactas
de los accidentes y si las capacidades del personal eran las adecuadas para el
trabajo en estas plantas. Además de que deberá indemnizar a las personas
afectadas.
El gobierno debe
generar controles para impedir el acceso de la población, mientras mejoras las
condiciones ambientales se debe cerrar comercios y edificios públicos impedir
que la población salga de sus casas, conecte sistemas de ventilación, beber
agua del grifo y evitar consumir productos locales.
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